Con motivo de conmemorar un nuevo aniversario de la fundación de la ciudad de Quito, se destacan variadas actividades que resaltan la memoria de personajes históricos. Entre ellos, sobresale un nombre indígena que, según la tradición, contribuyó a la construcción de la Iglesia de San Francisco en Quito, Ecuador (1534/1535-1680). Su historia ha adquirido una dimensión mítica en los imaginarios locales. La Leyenda de Cantuña retrata a un arquitecto andino que, según el relato, construyó un edificio en un tiempo muy corto tras establecer un supuesto "pacto" con un personaje diabólico.
El protagonista de la leyenda, Cantuña, está relacionado con el término kantuna, que según el diccionario quechua de Julio Calvo Pérez (1993) significa "realizar la minka en el extremo de la falda de una montaña". La historia de Cantuña ha sido analizada tradicionalmente desde un contexto colonial eurocéntrico. Sin embargo, la construcción de la Iglesia de San Francisco, cuya existencia está documentada, fue posible gracias al trabajo colectivo, entre quienes se encontraban sabios o yachak que participaron como esclavos.
Estos sabios, conscientes de que la iglesia se edificaba con materiales extraídos de sus estructuras originales destruidas y sobre antiguos centros energéticos (waka), interactuaban con estas energías. Sus actividades sorprendieron a los conquistadores, quienes descontextualizaron estas prácticas y menospreciaron la capacidad de los sabios andinos para manejar conceptos como la relatividad del tiempo-espacio, conocida en su cosmovisión como pachakutik.
Dimensión cultural y científica de la leyenda
En la leyenda la palabra Cantuña no representa a un individuo, sino a una comunidad indígena que trabajó colectivamente en la construcción de la iglesia bajo el principio de la minka (trabajo comunitario). Por tanto, Cantuña o Kantuna simboliza la riqueza de los saberes ancestrales andinos. Estos conocimientos se manifestaron en su arquitectura y en su capacidad para interactuar con conceptos avanzados como la relatividad del tiempo y el espacio, teorías que solo fueron formalizadas por Albert Einstein a principios del siglo XX.
En esta leyenda convergen elementos míticos, históricos y científicos de los pueblos ancestrales. La ciencia moderna del siglo XXI busca comprender en profundidad estos principios a través de disciplinas como la física cuántica. Sin embargo, la cosmovisión andina no solo comprendía estos conceptos, sino que interactuaba activamente con ellos, evidenciando una capacidad para dialogar con ideas científicas.
La construcción de la iglesia de San Francisco, levantada sobre un sitio sagrado indígena, revela dimensiones culturales, energéticas y filosóficas que trascienden la narrativa tradicional. Estos elementos subrayan la vigencia del conocimiento ancestral andino y su conexión con el tiempo, el espacio y las energías del entorno, también conocidas como ukun pacha.
La iglesia sobre una waka: un choque de pensamientos
La Iglesia de San Francisco fue construida sobre una waka, un sitio energético y espiritual en la cosmovisión andina. Este lugar, concebido como un portal estelar alineado con fenómenos astronómicos como los solsticios y equinoccios, evidencia el avanzado entendimiento del cosmos por parte de los pueblos originarios. Para ellos, la pacha (tiempo-espacio) no era solo un espacio físico, sino un puente hacia la relatividad del infinito cosmos, tanto en su dimensión macro como micro. La imposición colonial sobre estos lugares representó no solo un acto de dominación política, sino también una fractura simbólica en el vínculo entre la tierra y el cosmos.
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El pacto de Cantuña: una interpretación desde la cosmovisión andina
Según la leyenda, Cantuña pactó con un ser diabólico para completar la construcción de la iglesia en un tiempo récord. Sin embargo, en la cosmovisión andina no existe la figura del diablo como entidad maligna. Este relato puede interpretarse como una interacción simbólica entre el ser humano y el cosmos mediante la relatividad del tiempo-espacio, o pachakutik.
Los yachak (sabios y sanadores), conocidos por su habilidad para interactuar con la energía cósmica, son personajes que poseen la capacidad de realizar "viajes" cuánticos en el tiempo. Desde esta perspectiva, la construcción de la iglesia en un tiempo imposible no sería un milagro ni un pacto sobrenatural, sino la manifestación de la interacción del ser humano con el pachakutik. Este concepto, aplicado a la interacción de Cantuña con la relatividad del tiempo, se refleja en la dilatación temporal: un fenómeno en el cual el tiempo transcurre más lentamente para quien está más cerca del centro de un planeta o para quien se mueve a mayor velocidad (Hermann Minkowski, 1909).
Ciencia ancestral y su documentación
Lejos de limitarse a una tradición oral de los mitos y leyendas, los saberes andinos integran conocimientos precisos del cosmos y su interaccion con el tiempo y el espacio, información que fue documentada y representada en formatos simbólicos y estéticos, como la geometría fractal. Los tejidos y las cerámicas fueron espacios para almacenar tal información codificada mediante combinaciones de colores y patrones geométricos. La geometría fractal y la descomposición de la luz blanca en sus siete ondas son ejemplos de cómo las culturas andinas documentaban los fenómenos físicos complejos.
Estos sistemas de conocimiento no dependían del uso de lápiz y papel, sino de formas multidimensionales de almacenamiento y transmisión de saberes, presentes en los tejidos y bordados de sus vestimentas. La historia de Cantuña y su asociación con el trabajo comunitario y el conocimiento cósmico evidencia una profunda conexión con principios científicos contemporáneos, mostrando que la ciencia y los saberes ancestrales pueden coexistir y enriquecerse mutuamente.
Este legado no solo merece ser estudiado, sino integrado como una fuente de aprendizaje para las generaciones actuales y futuras, abriendo nuevas perspectivas sobre la innovación y el pensamiento propio desde la cosmovisión andina.
Referencias:
- Lista de referenciasAbella, Sandra Iris Sobrera, y Rafael Raffaelli. 2012. “As Estruturas Antro-pológicas do Imaginário de Gilbert Durand”. Cadernos de pesquisa in-terdisciplinares em ciencias humanas 13 (102): 224-49. https://doi.or-g/10.5007/1984-8951.2012v13n102p224.
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- Miller, Jacques-Alain. 1988. “Percurso de Lacan”. En Conferencias Caraquenhas, 11-26. Río de Janeiro: ZAHAR.–––. 2015. Seminarios en Caracas y Bogotá. Buenos Aires: Paidós.
- Ávila Santamaría, Ramiro. 2012. Los derechos y sus garantías: Ensayos críticos. Quito: Corte Constitucional para el Período de Transición / Centro de Estudios y Di-fusión del Derecho Constitucional (CEDEC). https://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/6114/1/Avila, R-CON-012-Los derechos.PDF.
- Santa Gertrudis, J. de. 2014. Maravillas de la naturaleza. Barcelona: Linkgua
- Julio Calvo Pérez, Universitat de Valéncia (España), Nuevo Diccionario español - Quechua, 1993.
- IMAGENES, pagina infobae; vistahermosa.ec