Jahuay (haway) es una palabra kichwa, etimológicamente significa “sube” o “hacia arriba”, canto ceremonial que se practica en diversas comunidades a lo largo de los Andes ecuatorianos, peruanos y bolivianos durante la época de la cosecha. El Jahuay es una construcción rítmica anterior a la época colonial, sus pobladores entonaban en el campo durante la cosecha del trigo y la cebada en los tiempos del inti raymi. Expresión cultural al que se la considera como una forma de agradecimiento a la Pachamama (Madre Tierra) por los frutos producidos durante el año.
Durante el Jahuay intervienen diversos personajes, el ñawpak o líder conocido con el nombre de Paqui (tayta) encargado de entonar en primera voz; le siguen las cuadrillas de segadores, que son quienes cortan el trigo con grandes hoces; los cargadores que trasladan la gavilla hasta el lugar donde se levantará la parva (montón de espigas de trigo colocadas unas sobre otras en forma de una choza), los parveros, (hombres que arman la parva); los paleros, (hombres que acomodan con grandes palas de madera el trigo en las parvas).
A los segadores acompañan las challakkuna (mujeres que recogen los granos de trigo que se ha caído al piso luego de la sega); los quiperos personajes que interpretan la quipa, anuncian los lugares por donde debe avanzar la cegada, marcan los tiempos de rapidez o descanso durante la faena, da el comienzo y final en la segada; los cantores son cada uno de los que se encuentran en la minka, en coro describen varias situaciones de la vida personal o familiar.
El canto en kichwa es interpretado por decenas de hombres y mujeres que juntos en extensas cementeras del trigal, que está lista para ser segada o cortada entonan a viva voz. Todos se unen en minka para cosechar la gramínea al unísono de la primera voz del paqui. El sonido del churo, la quipa y la bocina acompañan durante la jornada de cánticos, convoca a la concentración de los comuneros para iniciar la cosecha y para la realización de parvas, misma que días posteriores se procederá a la trilla (separar el grano de la espiga), la clasificación, el secado y empacado.
Los versos se caracterizan por ser muy emotivos y llenos de simbolismo, se entona en narrativa evocando a los apukuna, pukara, seres míticos, pachamama y en especial al sumak kawsay del ser humano en el kay pacha; a través del jahuay los yuyak o ancianos narran la historia de su cultura o comunidad a los jóvenes que participan en la minka, generando así un aprendizaje intergeneracional in situ. Además, la ceremonia fomenta la unión y la solidaridad entre los miembros de la comunidad, quienes relatan historias de amores y desamores, la cotidianidad, los logros, aspiraciones y, al ritmo de la música buscan fortalecer los lazos culturales en la comunidad.
El género música del jahuay es coral – responsorial, en primera voz el Paqui (tayta) entona “Jahua, Jahuayyyyyy”, en respuesta los segadores respondes el estribillo jahuay, jahuay, jahuayla jahuayla en señal de aprobación al mensaje de continuar con fuerza en el trabajo. Las coplas se repiten mientras avanza la cosecha; el contenido de los mensajes vocalizados varia o se alterna a lo largo de toda la jornada.
La disposición rítmica de los repertorios marca y mantiene el ritmo de la minka en la cosecha. El sonido de la hoz cortando en la sega del trigo y de la cebada acompañan como fondo musical al rítmico canto de los segadores.
El Jahuay es un canto milenario; cantamos a la Pachamama, al Inti (sol), a los animales, a los paisajes. Hacemos un coro con toda la fuerza y toda la energía. El Jahuay siempre se realiza en la época de cosecha, en julio y agosto”, dijo Julio Bravo, coordinador de la Corporación de Productores de Leguminosas y Granos Andinos del pueblo Puruwa (Corpo.Puruwa).
El jahuay, como un canto a la cosecha es una manifestación de unidad y fuerza de un grupo social durante una actividad productiva, sus repertorios se encuentra en un eminente peligro de desaparecer. Patrimonio cultural inmaterial que requiere de manera prioritaria trabajar en la reivindicación y búsqueda de asegurar la transmisión hacia las nuevas generaciones mediante prácticas comunitarias de estos saberes ritualísticos ancestrales de los andes.
Video - Jahuay
Fuente:
Imágenes: referencia internet.
- Texto: Jahuay: La fiesta de la cosecha: Oralidad y poder en la transmisión de saberes en las comunidades andinas: Su presencia e influencia en la construcción de la tradición literaria en el Ecuador; Bonilla Vallejo, María Belén.
- Aguiló, F. (1998). El hombre de Chimborazo. Quito, Ecuador: Abya-Yala.
- Álvarez Pazos, C. (2002). La fiesta del Corpus Christi en Socarte, Cuenca. Cuenca, Ecuador: Departamento de publicaciones de la Universidad de Cuenca.
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