A lo largo de los pueblos originarios de los andes, con mayor relevancia en el actual Perú se han dado diversas manifestaciones culturales a lo largo de la historia, mismas que han perdurado con el pasar de los años. Por ejemplo, tenemos la maravilla Machupicchu, construida durante el Imperio Incaico, también se han dejado expresiones como las Líneas de Nasca, las cerámicas de los Moche, y la obra que brilla con luz propia debido a su tamaño y diseño en particular la Estela de Raimondi, perteneciente a la Cultura Chavín.
Representación lítica (tallada en piedra) sorprende a propios y ajenos debido a su peculiares características. La Estela Raimondi fue denominada así en homenaje al naturalista y geógrafo italiano Antonio Raimondi, quien la llevó la estructura desde su lugar de origen a Lima para su estudio y conservación.
Entre los años 1200 y 300 a.C. las altas montañas del norte del Perú, un pequeño pueblo llamado Chavín de Huantar situado en el valle del río Monza se convirtió en el centro religioso de influencia económica de la cultura, que alcanzó su punto álgido entre los años 800 y 500 a.C.
En el lugar se desarrolló un estilo genuino de la arquitectura al que se la denominó "estilo de Chavín", una de las primeras manifestaciones arquitectónicas más espectaculares del mundo andino y uno de los grandes estilos del Perú antiguo. Gracias a las exploraciones llevadas a cabo por el arqueólogo peruano Julio Tello a partir de 1919, los restos de esta civilización adquirieron la importancia y originalidad que merecían, visitadas y descritas ya desde el siglo XVI. Según Tello, Chavín había sido la cuna de una cultura ancestral, de la que habrían salido todas las otras culturas prehispánicas del país del kullasuyu.
El estilo arquitectónico y artístico de esta zona se refleja muy bien en las infraestructura de las estelas conservadas, donde el relieve adquiere una gran riqueza y significación, aunque en su mayoría con escenas de difícil interpretación. Una de las obras más importantes es la Estela de Raimondi que, junto al conocido Obelisco Tello, es una de las piezas maestras de esta cultura. El monolito Raimondi fue el primer objeto de estilo Chavín que se dio a conocer, y por su complicada decoración metafórica probablemente pertenece a la fase final de la presencia de esta cultura en estos territorios.
La estela esculpida en piedra de granito en forma de laja rectangular y mide 1 metro 98 centímetros de altura por 74 centímetros de ancho y 17 de grosor. Una de las estructuras últimas y más importantes esculturas de la divinidad suprema en el la cultura Chavín. Sin embargo, tanto la iconografía de la Estela como el Lanzón de Chavin pueden ser vistas y estudiadas desde muchos ángulos; dependiendo del enfoque que le demos, la divinidad se irá trasmutando dentro del pensamiento de los pueblos del Abya Yala.
El legado arqueológico que conserva el Perú es uno de los pilares para la formación de la cosmovisión andina. Esta herencia tiene múltiples manifestaciones y se extiende a lo largo del territorio de la cordillera. Símbolos que nos han permitido conocer el desarrollo del pensamiento de los antepasados en las culturas y cómo lograron reflejar sus realidades en objetos, cerámicos, telares, y demás valiosas creaciones que han permanecido en el tiempo como testigos de la pujante cultura que habitó estos territorios.
La Estela representa una divinidad antropomorfa (Viracocha que toma la forma de un ser humano) de un felino con la vista hacia arriba, con afilados dientes, garras y con dos cetros en sus manos; se aprecian proyecciones sobre su cabeza, al igual que serpientes en su cinturón. El monumento simboliza el estilo de los artistas entre los siglos VIII y V a. C., quienes fueron parte de las distintas manifestaciones de pensamiento de la cultura de los Chavín. Para el reconocido arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras, esta obra significa los cimientos de la fundación del los andes profundos, ese que construyó “por nosotros mismos” a lo largo de la historia.
Raimondi, al quedar deslumbrado con la estela, consideró que la misma -por su magnificencia- debía ser parte del Museo Nacional. Es por ello que -13 años después de su localización- la pieza es trasladada a Lima. En la capital peruana se dieron diversos trabajos para su completa limpieza, protección y subsistencia a lo largo de los años. Actualmente este monumento, uno de los más emblemáticas del país como obra de arte originaria, reposa en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú en el distrito de Pueblo Libre.
La estructura al visualizar desde la parte frontal se visualiza a un ser supremo antropomorfo felinizado. Al igual que en el Lanzón, esta deidad se nos presenta con pies y brazos humanos, pero con garras y colmillos de jaguar. La boca de labios anchos tiene colmillos que sobresalen. Los extremos de la boca están curvados hacia abajo en forma opuesta a los del Lanzón. Los ojos tienen las pupilas hacia arriba, mantiene los brazos abiertos y sostiene en cada mano dos báculos los que terminan en su parte inferior en cabezas de felinos mientras que la parte superior tiene cabezas de serpientes. Se dice que los báculos podrían representar también dos plantas de maíz, según esta interpretación la mazorca, el tallo y las raíces serían las cabezas de los felinos. Hay que recordar que para esta cultura andina el maíz simbolizaba el dominio del hombre sobre la naturaleza y su capacidad de transformarla en alimento para la supervivencia en la faz de la tierra.
Los dos báculos probablemente alude a la visión andina de la dualidad, que más adelante los Incas sintetizarán con los términos hanan-urin (abajo-arriba). Esta concepción está referida a dualidades opuestas que se resuelven en una nueva unidad. El concepto dualista de opuestos complementarios es sumamente importante en la cosmovisión andina y aparecerá como un tema recurrente en toda su iconografía del kapak ñan.
El felino antropomorfo de la Estela presente en el panteón de Chavín se asemeja más a una divinidad de los infiernos cristianos que a una divinidad angelical, por su actitud hierática, seria y de magnificencia- proyecta un mensaje de justicia, balance y autoridad sobrenatural.
Sin embargo, el ser supremo ocupa tan sólo un tercio de la Estela y está situado en la parte baja. Los otros dos tercios son para el tocado de la cabeza que está formado por caras de felinos invertidos y por una serie de irradiaciones de las otras dimensiones.
Por llevar estas especies de barras ceremoniales la estela recibe el nombre de «Dios de los Bastones» o «Dios de las Varas». La figura ocupa un tercio de la altura total de la piedra, cubriéndose el resto con un elaborado dibujo que puede referirse al cabello. Esta enorme cabellera (prolongaciones) está compuesta por numerosas volutas, imágenes de serpientes y rostros de jaguar que acaban llenando toda la superficie.
A rasgos generales, la estela acoge las características propias de su cultura, pues como otras piezas, está realizada en piedra grabada, donde se muestra un personaje con apariencia más o menos humana y en relación con el jaguar.
En las celebraciones del kulla raymi de los pueblos originarios de la mitad del mundo, la estela de viracocha hace presencia como personaje mítico del lugar, con distintas denominaciones, como es el Danzantes de Pují (personaje mitico del cantón del mismo nombre en la provincia de Cotopaxi, Ecuador).
El Danzante de Pujilí una posible insignia de la estela de viracocha, es el personaje mítico de mayor relevancia en la provincia de Cotopaxi durante el kulla raymi, celebración que por influencia del sincretismo religioso, en mayor medida la religión católica, se denomina las Fiesta de las octavas del Corpus Christi (Cuerpo de Cristo).
La imponente presencia del Danzante con una figura que se asemeja a la Estela de Raimondi viste un traje multicolor lleno de encajes, bordados, monedas antiguas y sobre sus hombros lleva un penacho con enormes espejos e impregnaciones de pedrería y plumas, en la mano derecha porta un alfanje y en la izquierda una paloma; lleva cascabeles en las piernas, cosidos al atuendo cuya función es generar el sonido que ayuda a sincronizar sus pasos durante el kuyuri (baile). Los danzantes a lo largo de su tránsito ejecutan pasos como la media luna, el cruce, vuelta y regreso, el ocho y el característico movimiento de levantar y abrir los brazos emulando a los movimientos de una ave.
Fuente:
- López, Carlos y Aguilar, Julia (2015, 26 de diciembre). La Estela Raimondi. Historia del Perú. https://historiaperuana.pe/periodo-autoctono/estela-raimondi
- Cultura Chavín: https://historiaperuana.pe/periodo-autoctono/cultura-chavin
- Infobae: https://www.infobae.com/america/peru/2022/12/03/la-estela-raimondi-una-joya-de-la-cultura-chavin-que-fue-usada-como-mesa-en-casa-de-un-campesino/
- Blog Pucp: http://blog.pucp.edu.pe/blog/victornomberto/2022/05/26/estela-de-raimondi/
- historia del arte: https://www.historiadelarte.us/andes/la-estela-raimondi
- Imágenes: internet.